Cuando yo vivía en Nápoles, había en la puerta de mi palacio una mendiga a la que yo arrojaba monedas antes de subir al coche. Un día, sorprendido de que no me diera nunca las gracias, miré a la mendiga; entonces vi que lo que había tomado por una mendiga más bien era un cajón de madera, pintado de verde, que contenía tierra colorada y algunas bananas medio podridas.
Max Jacob, Le Cornet à Dés (1917)
Libro:
Borges, Jorge Luis y Bioy Casares, Adolfo: Cuentos breves y extraordinarios
No hay comentarios:
Publicar un comentario